Hasta hace poco
tiempo, funcionaba la valiosa hemeroteca municipal en la primera planta del
edificio que cobija la Biblioteca Municipal “Abelardo Alva Maurtua”, ubicada en
la calle Santo Domingo N° 185 de la ciudad de Chincha Alta.
En ese ambiente
se guardaba celosamente, los archivos de periódicos y revistas tanto nacionales
como locales, así como documentos de gran valor histórico, los mismos que desaparecieron
misteriosamente de la noche a la mañana, por la infortunada decisión de un
burgomaestre que, atropellando la cultura chinchana la cambió el giro para lo
cual fue destinado y lo convirtió como depósito de enseres de limpieza ante la
admiración de la intelectualidad.
Tuve la
oportunidad de visitar el nombrado contexto, en plan de estudio e investigación
literaria, donde pude apreciar artículos periodísticos del año 1910, cuando se
pretendía irrigar las extensas pampas de Ñoco, Concón y Topará por los
agricultores chinchanos con los sobrantes de agua del río Cañete, motivo por el
cual las autoridades cañetanas se opusieron tenazmente contra tal proyecto aduciendo
que tales terrenos les correspondían a la provincia de Chincha.
Además, existían
apreciados volúmenes, tales como la construcción de la vía ferroviaria de
Chincha Alta al puerto de Tambo de Mora que pasaba por prestigiosas bodegas de
piscos y vinos, tanto de la capital de la cordialidad como de Sunampe, para su
debida exportación.
Había un ejemplar
de pasta color negro, que narraba la llegada de la inmigración china a esta
localidad, la misma que aportándose en la calle Comercio (hoy Grau), se
dedicaron a los negocios, sobresaliendo los establecimientos de KonTay y de
WinHing.
Igualmente
conservaba un admirable tomo que historiaba la llegada de la inmigración
italiana a esta provincia, donde hicieron fortuna y como se habían adueñado de
los viene de los naturales.
Asimismo, existía
una colección del periódico local “El Siglo XX” que dirigía el sr. Emilio S.
Amézaga, gaceta que tutelaba el rico historial de Chincha.
Todo esto ha
desaparecido.
Por eso se hace
preciso, que cuando algunos personajes ocupen la administración edilicia, sepan
muy bien las funciones que van a desempeñar y, es dable recordar en esta
ocasión a los preclaros regidores municipales, tales como Luis Buendía Vivanco,
Luis Lorenzo Cánepa Pachas, Aurelio Chacaliaza Avalos que tanto trabajaron y
dieron gran parte de su vida, con el fin primordial de fomentar la cultura en
la provincia de Chincha.
Y, hoy por culpa
de esa lamentable determinación, estamos en un delicado conflicto con la
provincia de Cañete, puesto que ha pasado tanto tiempo no se define el problema
limítrofe, quizás sea por intereses no santos.
De resultar, se
sugiere que, cuando se vaya a regir el destino de Chincha, postulen personas
que conozcan a profundidad sobre el particular y que sepan guardar en los
archivos pertinentes, documentos que avalen nuestra soberanía.
Estamos.
Por: Juan Manuel Medina Cañas
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