jueves, 14 de enero de 2016

EN MATERIA DE SEGURIDAD CIUDADANA


Por: Oscar Velit Bailetti.-
Especialista en Seguridad Ciudadana
En materia de seguridad ciudadana todos los planes del Gobierno han fracasado; es necesario una política de Estado para enfrentar la delincuencia, al mismo tiempo que se lucha contra la pobreza.
Con esos planes se ha tratado de encubrir o tapar la corrupción que impera en la Policía Nacional, y Poderes del Estado, y no se ha articulado el problema como una política de Estado, porque el primer paso es reconocer que en el país hay un grave problema en materia de seguridad ciudadana y que hay que enfrentarlo como tal. 
 Pues la recurrencia de las acciones delictivas  desde el Gobierno no se le ha dado un tratamiento adecuado. Falta una política de Estado de emergencia con respecto a la delincuencia. La Policía con el Nuevo Código Procesal Penal en muchos casos se encuentra atada de manos. Ellos detienen y a las pocas horas, otros los sueltan.
Podemos observar como ahora después de muchos años se viene aplicando en Lima la Flagrancia del delito y el Ministerio Público y Poder Judicial para hacernos ver que ellos son rápidos en respuesta al NCPP en menos de dos meses han puesto en la cárcel a no menos de dos mil delincuentes, hacinando las cárceles así como en el Penal de Chincha donde ya hay más del doble de su capacidad. Si seguimos así, vamos a necesitar campos de concentración.
Esos hechos van a seguir pasando si no se toma una política de Estado de emergencia con el asunto de la delincuencia, ¿Por que cuál es la causa de la delincuencia? Ese es un asunto que tampoco se toca”, en el país hay alrededor de más de 500,000 jóvenes que ni estudian ni trabajan. Ha colapsado el sistema de seguridad en la prevención y en la disuasión, “ha sido ineficiente”. 
En torno a este tema y a propósito de que hay grupos agitando banderas por una repostulación pues ya han sido presidentes, es necesario de que la reelección y el continuismo son perjudiciales para el país, y opino que lo ideal es la alternabilidad.
A partir de estos últimos meses hasta culminadas las elecciones los ciudadanos seremos observadores de una serie de planteamientos y cuestionamientos entre los candidatos. La ventaja de este sufragio en relación a los anteriores, es que no estarán centrados tan solo en criterios políticos sino, sobre todo, en planteamientos técnicos sobre temas puntuales como la mejor forma de solucionar los problemas de violencia e inseguridad en las calles.
El próximo gobierno debe de poner mayor énfasis en la Seguridad Ciudadana, debe de darle mayor facultades a las Municipalidades, mayor logística a los serenos pudiendo usar las pistolas paralizantes que se usan con mucha eficacia en Estados Unidos.  
Se debe empoderar a la Policía Nacional como la única institución encargada por la Constitución de la lucha contra la delincuencia y la problemática del tránsito. La Policía Nacional debe de trabajar con Las Municipalidades de la mano, como policía de proximidad no siendo necesario pagar o contratar efectivos para que lo hagan.
Debemos entonces pensar en soluciones acorde con los tiempos actuales, donde la presencia cada vez más alarmante de nuevos delitos, exige de la Policía Nacional, una institución cohesionada y eficiente tanto en prevención como en investigación y en el control de la criminalidad y violencia.
 Lo que es necesario definir con claridad es cuáles de las políticas sobre seguridad ciudadana deben ser responsabilidad de los alcaldes y cuáles del Ministro del Interior. Yo sostengo, conforme lo señala la Ley 27933 y su Reglamento, que los Comités Locales de Seguridad Ciudadana deben continuar dando la pauta de la lucha contra la delincuencia en las calles, teniendo a los comisarios como las únicas autoridades locales encargadas de ejecutar dichas políticas en estrategias. Ese tipo de delincuencia protagonizada en su mayor parte por jóvenes y adolescentes en riesgo debe ser sancionada por los jueces de paz de las comisarias con penas de servicios comunitarios. Dejar impune la mayor parte de estos delitos es avalar el comportamiento riesgoso de estos jóvenes y adolescentes, que necesitan orientación más que sanción. La Policía Nacional, debe cumplir con brindar apoyo a la autoridad competente, sin que esto signifique pasar a depender directamente de ellas.
Es misión de la Policía Nacional el Control Interno y la Seguridad Ciudadana. Ya basta de engaños y rodeos, se tiene que coger al toro por las astas.



    


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