lunes, 27 de julio de 2015

Asaltos y robos generados por jóvenes


Por: Oscar Velit Bailetti.-
Esp. en Seguridad Ciudadana
La PNP viene ejecutando redadas y captura de DDCC encontrando que en su mayoría son chicos extravertidos de entre 16 y 18 años, hijos menores entre varios hermanos, que dejaron el colegio y que han sido objeto de maltratos en su familia, y que se han despreocupado de ellos; los padres son convivientes que siempre discuten y se agreden; y dedicados al comercio ambulatorio donde los hijos menores también tienen que trabajar para apoyar en el sustento de la familia sobre todo si hay hermanos menores.
 Y de esta manera buscan la alternativa más fácil de conseguir dinero  cometiendo robo o hurto, el delito más usual, donde  obtienen un botín que en promedio llega a los 1000 ó 1500 soles mensual, a pesar de que el 70 por ciento de los chicos que roba consume drogas, no usan ese dinero para comprar drogas, sino ropa de marca y darse gustos, como salir a comer a un restaurante o ir a bailar a una discoteca y pagar  10.00   soles por una cerveza.
Y el 30 por ciento usa  parte de lo recaudado  para ayudar a su familia.  Ese es el retrato de los muchachos de hasta 19 años que cometen delitos, aunque no hay estadísticas confiables y éstas pueden extrapolarse a la situación de los menores en conflicto con la ley penal ; donde la principal conclusión podría ser  que se encuentran entre los chicos estudiados,  y que terminan por inclinarlos hacia el delito. La mayoría de los chicos  comienzan a robar entre 16 y 18 años. Comienzan a delinquir a los 10 y a los 16 ya representan el 30 por ciento de los casos.
 La juventud, a la hora de delinquir, se asocia con la falta de poder y la impaciencia que impera en ese momento de la vida. Además, en el 91 por ciento de los casos se trata de varones, donde luego comprometen a la enamorada o conviviente. El desempleo, los sueldos deprimidos, las brechas sociales excesivas y la baja posibilidad de arresto o sentencia determinan la frecuencia del delito. Si un arrebato puede lograr ganancias equivalentes al ahorro de medio año de trabajo, con las chances a favor de que no será atrapado, la tentación gana terreno. De hecho, el delito más frecuente entre los chicos estudiados es el robo con armas, el robo y el hurto.
Pero la economía no lo explica todo. Un cierto porcentaje  de jóvenes que  delinquen sufren o han  sufrido hasta maltrato de su familia. "No existe mayor incentivo para un comportamiento antisocial que ser criado como un niño no deseado”. El orden del nacimiento en el grupo familiar es uno de los determinantes. Un buen porcentaje de  los chicos  provienen de familia que tiene más de cuatro hijos. Además, el que se dedica a la delincuencia o drogadicción   corresponde al menor de los hermanos o al penúltimo.

Estos casos merecen reflexión y tenemos que ver la forma de afrontarlos en busca de solución. 

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