jueves, 26 de marzo de 2015

LA CORRUPCIÓN

Por: Dr. Luis Solari Oliva (*).
El año 2014 fue denominado por los medios como "el año de la corrupción”, y razones no le faltan, inclusive este año la cosa pública continúa igual. Al respecto, por cultura general deberíamos conocer algunos puntos sobre esa lacra social que campea en todos los estamentos del Estado.
Es en el latín donde podemos establecer a donde se encuentra el origen etimológico del término corrupción. En concreto emana del vocablo “corruptio”, que está conformado por los elementos: El prefijo “con”, que es sinónimo de “junto”; el verbo “rumpere”, que significa “hacer pedazos”; y el sufijo “tio”, que equivale a “acción y efecto”.
Corrupción es la acción y efecto de corromper (pervertir, depravar, sobornar a alguien, echar a perder, dañar).
Se define a la corrupción como el uso ilegítimo del poder público para el beneficio privado. También, como aquellos actos racionales ilegales, ilegítimos y no éticos por parte de servidores públicos (también extensivo a particulares o privados), en perjuicio del interés común de la sociedad y en beneficio de un interés egoísta.
Dentro de los tipos de corrupción, los más comunes son: Extorsión - se da cuando un servidor o funcionario público, aprovechándose de su cargo y bajo la amenaza, sutil o directa, obliga al usuario de un servicio público a entregarle una recompensa. Soborno.- es cuando un ciudadano entrega a un servidor o funcionario público, determinada cantidad de dinero, con el propósito de obtener una respuesta favorable a un trámite o solicitud. Fraude o Peculado - se da cuando servidores o funcionarios públicos se apropian o venden o hacen uso ilegal de bienes del Estado que les han confiado para su administración. Colusiones.- es la asociación delictiva que realizan servidores o funcionarios públicos, con contratistas, proveedores y/o arrendadores, con el objeti-vo de obtener recursos y beneficios ilícitos, a través de concursos amañados o sin realizar estos. Tráfico de influencias.- se da cuando un servidor o funcionario público utiliza su cargo actual o sus nexos con funcionarios o integrantes de los poderes del Estado, para obtener un beneficio personal o familiar, o para favorecer determinada causa u organización.
Las principales consecuencias de la corrupción, es que favorece la consolidación de élites y burocracias políticas y económicas; erosiona la credibilidad y legitimidad de los Gobiernos; reduce los ingresos fiscales y recursos públicos, y afecta al desarrollo y bienestar social, propicia una cultura de la corrupción y su proliferación, entre otras.
Las estadísticas oficiales dan cuenta que de las 16,000 denuncias en el país por temas de corrupción, sólo hubo 200 Sentenciados y solamente 25 con prisión efectiva. Que dicen los señores del P.J., del M.P. y Procuradores. Y los señores de los órganos de los Sistemas de Control o Fiscalización como el Congreso, la Contraloría, la Ocma, el C.N.M., F.S.C.I.M.P. la Comisión Anti-corrupción no dicen esta boca es mía.
Trayendo a colación esto, se debe de indicar que según también las propias Estadísticas en nuestro país, dentro de las Instituciones más corruptas tenemos al Poder Judicial, al Congreso, a la Policía Nacional y al Poder Ejecutivo, entre otras, volviéndose esto recurrente año tras años. Situación por la cual sino existe un efectivo autocontrol dentro del propio Estado, toca a la Sociedad Civil, o sea a nosotros a contribuir de alguna u otra manera a atacar frontalmente contra este “cáncer” de la corrupción que corroe y afecta tremendamente el desarrollo de nuestra Nación y de nuestra Región.
(*) Abogado.

Tf. Mv. 956-996333.

0 comentarios:

Publicar un comentario

Con la tecnología de Blogger.