Se
va despejando el panorama electoral en nuestra región Ica y,
poco a poco se van disipando las brumas sobre la gran cantidad de candidatos
que, en el mayor de los casos - sin ningún merecimiento- aspiran a ocupar los
cargos de Alcaldes y Regidores Municipales o Presidente Regional y
Consejeros Regionales.
Es cierto que a nosotros, nos asiste el derecho de elegir a quienes deben
gobernarnos pero, también es necesario reconocer que, somos los únicos
responsables, cuando la elección no ha sido la más correcta y ya no hay
espacio para rectificarse ni lamentarse. POR ESO, debemos pensar bien antes de
ejercer nuestro derecho de elegir y entregar nuestro voto. Debemos analizar
las cualidades de los candidatos, (su formación y su trayectoria)
sus propuestas y, sobre todo, sus antecedentes ya que hay muchos que los tienen
y no son buenos. Esos deben estar en la cárcel pero: “Poderoso caballero
es el dinero”. Con él se com-pran votos, se compran jueces, Fiscales y autoridades.
No olvidemos que, una cosa es equivocarnos por desconocimiento y otra
equivocarnos a sabiendas. Les digo esto amables lectores, porque nosotros
conocemos a personajes nefastos que ya nos gobernaron de manera desastrosa y
que, están postulando otra vez. Ahora, se hacen pasar por ángelitos, ponen
caras de niños buenos, bailan y sonríen con sonrisas fingidas, abrazan niñitos
humildes a quienes les robaron la posibilidad de tener o mejorar sus casitas
destruidas por el terremoto, creyendo que nos tragaremos esas actitudes otra
vez. No olviden que esos personajes, todavía tienen procesos penales en curso y
que se están dilatando gracias al “Caballero Don Dinero”. Tampoco dejen
de tener en cuenta que son los que más gastan en propaganda ¿de dónde y para
qué?
Retrocediendo pocos años en nuestra Historia, llegamos al gran terremoto
que azotó la región Ica y nuestras provincias, los casi dos mil Millones que se
recibieron para su RECONSTRUCCIÓN, aparte de los donativos internacionales que
se recibían casi todos los días y que no llegaba adonde habían sido
destinados. Eso lo sabemos todos y no debemos olvidarlo. Un polito, un gorro,
falsas promesas, bailecitos, rostros fingidos o unos kilitos de víveres, no
pueden hacernos olvidar esos momentos de dolor ni permitir que los elijamos de
nuevo, ni a ellos ni a sus acompañantes. Ustedes saben quienes son, por eso, ni
es necesario mencionarlos porque causan repulsa sus nombres.
Para elegir, no tengamos en cuenta la estupidez de aceptar que: “Robó
pero hizo” ni que “Es el mal menor”. No olvidemos que el que roba es un
ladrón y, es de la peor clase, si su robo lo hace a gente necesitada como lo
fueron las víctimas del terremoto. No hay que olvidar tampoco que, de sus
presupuestos, devolvieron más de la mitad al Estado y, simplemente por
incapacidad de gasto y mantener asesores incapaces pero sirvientes.
José Castro Silva
COL. 046
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