Escribe:
Magdalena Medrano Peschiera
Estamos
de plácemes. En este libro del poeta y escritor, Víctor Salazar Yerén podemos
sumer-girnos en la tersa corriente de la lírica chinchana. Algo inusual en
estos últimos años. Cuando nos resistíamos a creer que las musas se habían
ausentado del terruño y la lira de los grandes poetas se que-dó suspendida en
el tiempo, surgió un renuevo en el árbol de la poesía.
Quién
mejor que alguien que poetiza para seleccionar autores y obras en este discurrir
del tiempo. El libro se inicia con unas reflexiones sobre el ejercicio poético
en nuestro medio. Una primera afirmación señala que ninguno de los poetas locales
consiguió alinearse en la fila de los vates que consagra la historia literaria
de nuestro país. Ciertamente, no se les conoce, pero, de un lado, la poca
difusión de las respectivas obras, y de otro, la inveterada creencia de que el
ámbito capitalino cubre todo el espectro nacional, por parte de quienes
elaboran las historias literarias. Hay allí también una ausencia de
investigación y un prisma que necesita pulirse. El sitial lo otorga la altura a
la que arriba el plectro.
En
cuanto a los autores antologados, se sigue el criterio temporal, de acuerdo a
la época en que desarrollaron su producción literaria. Del mismo modo, notamos
que se presenta a conocimiento del público, algunas obras de los autores, que
anteriormente, su difusión fue restringida o se encontraban inéditas.
La
década del 20 al 40 (siglo XX) está signada por las presencias de Abelardo Alva
Maúrtua, Carola Bermúdez de Castro y Luis Schwarz Zuleta. En cuanto a la obra
de este último poeta, que aún permanece dispersa, habrá una impostergable
impresión de sus escritos. En la década del 60, destacan las presencias de Luis
Brignole Roy, Juan Medina Cañas, Leonardo Del Ben Atúncar, Adolfo Peschiera
González, Miguel Carrillo Natteri y Alberto Sotelo Matías. En la década del 90,
encontramos a dos cultores de la décima como son César Rosas Roque y Antonio
Silva García, también se ha ubicado en esta época a América Gallucio Güisa. Capítulo
aparte merece la obra de Marita Troiano. En cuanto a las nuevas voces poéticas,
la mayoría de ellas, con obras ya publicadas, tenemos a Milko Síchez Ramos,
Guillermo Conde Múñante, Roger Paredes Flores, Víctor Salazar Yerén y Richard
Mendoza Rodríguez.
En
suma, podemos afirmar que este es el primer trabajo que con buen criterio
selector se realiza en nuestro medio. El disfrute de su lectura está asegurado.
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