De un tiempo a esta parte se viene notando con mayúscula
preocupación, ya que se trata de verdaderos focos de contagio de infección que
atenta con la salud del vecindario, la insolencia que tienen algunos conductores
de camiones volquetes, de furgonetas o motocargas, así como de atrevidos
tricicleros que irresponsablemente arrojan desmontes y desperdicios en los
descampados que anteriormente fueron viviendas, dentro del cercado de Chincha
Alta.
Estos vehículos mayores y menores, carentes de placa de
identificación, circulan libremente por las principales calles de la ciudad,
sin que nadie diga absolutamente nada ante tal atrevimiento, a pesar de que actualmente
se cuenta con un servicio de seguridad ciudadana.
Es cierto que todos tienen el derecho al trabajo, porque
así lo justifica las normas legales al respecto, pero no les dan facultades
para que depositen estas inmundicias en plena vía pública, ya que dan origen a
la proliferación de moscas, roedores y otros bichos dañinos para el bienestar
de los pobladores chinchanos.
Mientras que el municipio local coloca sendos carteles
anunciando la prohibición del arrojo de la basura bajo pena de multa, ya que
para ellos tienen lugares asignados, hacen caso omiso a dichas recomendaciones.
Pese a que se ha implantado una inadecuada guardianía de 6:00 a.m. a 12:00 m.;
es algo intranscendente, ya que a estas horas ninguna ama de casa cuentan con
desperdicios en sus respectivos hogares, ya que en las tardes recién sacan sus
basuras al paso de los camiones recolectores; por eso preguntamos el porqué se
ha señalado ese horario corrido de seis horas, cuando éste debe ser en dos turnos
de 8.00 a.m. a 12 .00 m. y de 2.00 p.m. a 6.00 p.m.
Tal como reza un adagio: Pruebas, pruebas dijo una y otra
vez un desconfiando juez; pues bien en esta oportunidad presentamos dos pruebas
contundentes a pesar de que existen otros, una es la segunda cuadra de la calle
Pedro Morano, lado izquierdo de este a oeste y la otra ubicada en la quinta
cuadra de calle Colón, lado izquierdo de oeste a este.
Como alternativa de solución a este problema, sería muy
saludable que la Municipalidad Provincial de Chincha, mediante Sesión de
Concejo, emita una ordenanza municipal que disponga que los propietarios de
dichos terrenos los cerquen, de no hacerlo así entonces se procedería a
cercarlos por cuenta del municipio local, para que posteriormente, con los
alcances de dichos instrumentos legal y en base a las notificaciones
preventivas y ejecutivas pueda recuperar lo invertido en el aludido trabajo; en
caso de resistencia para eso está la Oficina de Cobranzas Coactivas; tal como
se estilaba en los gobiernos locales anteriores. A propósito cual es el
pronunciamiento de las comisiones de Ornato, Limpieza Pública y Obras sobre el
particular; por cuanto a pesar de haber pasado varios años, del último
cataclismo, actualmente estos terrenos se han convertido en verdaderas letrinas
públicas.
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