El bullying es una de las grandes problemáticas que enfrentan
maestros y directores de las escuelas de todo el país, hay muchas señales de
alerta que pueden indicar que una persona está siendo afectada o es víctima de
acoso escolar o bullying.
El deseo de no ir a la escuela
es una de las principales señales de advertencia que los padres o tutores deben
tener en cuenta para sospechar que el alumno es “acosado”. También es
común verlos poner pretextos para faltar a clase, falta de apetito o depresión.
El impacto al bullying es tan
grande que el menor puede sentir dolores de cabeza, náuseas y pesadillas. No
acostumbra a reunirse con los amigos o evita cualquier tipo de actividad o
reunión que lo congregue con su salón de clase.
Hablar con el niño puede ayudar
a identificar la raíz del problema; las consecuencias que sufre un niño,
víctima de bullying, afectan no solo su rendimiento escolar, sino también su
autoestima. Por ello, es importante que los profesores, autoridades del
colegio, tutores e incluso los mismos alumnos sean los encargados de intervenir
para evitar este tipo de comportamiento.
Si sospecha que un niño es
víctima de acoso, debe dar a conocer para que las personas encargadas tomen las
medidas adecuadas.
PROF. GINA PILAR PALOMINO RIVAS
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