miércoles, 19 de junio de 2013

Trata de personas. Vive explotando la dignidad humana


La Campaña Compartir 2013, nos invita a reflexionar sobre el delito de trata de personas, realidad creciente en nuestro país, que afecta a miles de personas, especialmente mujeres, adolescentes, niños y niñas. La trata de personas debe ser entendida como un proceso que comienza con la captación de la persona y culmina con la explotación de la misma; que por sus características e invisibilidad constituyen un crimen que no se denuncia por no ser claras las conductas de éste delito.
“Estoy convencido que nuestra sociedad es víctima de muchos intereses personales que no respetan la grandeza del ser humano.”Nos dice Monseñor Héctor E. Vera Colona. Obispo de Ica. Presidente de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social. Conferencia Episcopal, Peruana.
 A lo que agrego  que a todo esto se suma la corrupción existente en muchas autoridades y el silencio de los buenos.
Nos continúa diciendo Monseñor Vera: “La doctrina cristiana en este punto  es ejemplarmente clara: defiende que la vida sexual es lo constitutivo del matrimonio y que sólo es lícito provocar el placer sexual dentro de el y ordenado a la procreación. Pero la sociedad en que vivimos ha trivializado profundamente las dimensiones de la sexualidad, hasta tratarla como un artículo de consumo más. Por eso, el texto del Catecismo insiste que no se puede convertir a la persona en un objeto de consumo. Toda una enorme industria que englobamos bajo el titulo de Trata de personas, vive explotando la dignidad humana. Vale la pena que nos demos cuenta del engaño que está detrás de esa oferta permanente de nuestra sociedad de consumo. Pretendemos desde la campaña compartir sensibilizar sobre todas las grandes realidades de la vida humana que están amenazadas por la mentalidad consu-mista, que sólo valora lo que se puede acaparar, devorar y gastar: el sentido de la amistad, del amor, de la belleza, de la sabiduría, de la vida serena, de tantos bienes intangibles, que son delicados y no se ven, pero que son los más valiosos del universo.
Se tiene que trabajar sobre estos aspectos degradantes de la dignidad humana; formando el intelecto, la humanidad y el espíritu., sobre la falta de ética y de respeto a la sexualidad y a la vida humana. Concluye Monseñor Héctor Vera, agradeciendo al equipo de Movilidad Humana y de la Campaña Compartir de la Conferencia Episcopal por el intenso esfuerzo que desarrollan en el intento de crear una cultura que rechace toda violencia de la dignidad humana degradándola a un simple objeto de placer. A Santa María consuelo de los afligidos, encomiendo la labor este año para que conceda espíritu de conversión a quienes promueven la trata de personas y de apoyo y fortalezas a quienes padecen.
Que bueno que tengamos a la Iglesia que se preocupe de éste álgido problema de la Trata de personas que se vive en nuestra provincia de Chincha, encubiertas en pubs, bares, hospedajes, y otros, y de algunas “ mamis”, que presentan a chicas jóvenes y menores de edad a personas casadas que son empresarios o funcionarios como es el caso que pude apreciar el día del desfile del 07 de Junio “Día de la bandera”, donde una jovencita de aproximadamente 20 años era inducida por una señora mayor a que coquetee con un señor que se encontraba en el estrado en clara alusión a que ya estaban en espera de que termine el acto cívico para llevarla a donde éste funcionario indicara, pues así lo demostraba las señas que se hacían. Contraviniendo de esta manera a la ley 28950.

Por: Oscar Velit Bailetti

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