Causa extrañeza, como actualmente los vendedores ambulantes
que prácticamente se han apoderado de las principales calles de la ciudad de
Chincha Alta, no acatan en absoluta las disposiciones municipales vigentes en
torno al orden y respeto que debe primar, para expender sus mercaderías, por
cuanto han tomado la maña costumbre no sólo de ocupar el pavimento o pista que
ha construido sus propias viviendas en plena vía pública, sinó que han invadido
las veredas o aceras para ejercer sus negocios, perjudicando de esta manera el
libre tránsito de los peatones, sin importarles un bledo las normas dictadas
por el municipio local para estas situaciones.
En el colmo de los males, apreciamos que a diestra y siniestra
se burlan de la autoridad edilicia y hacen lo que prácticamente se les vienen
en gana, ya que no sólo instalan sus puestos de venta en plásticos (paracaídas)
sinó que han construido casetas de madera y metal como verdaderas tiendas,
fuera de los toldos o sombrillas colocados a poca altura que ya han tugurizado
los alrededores del Mercado de Abastos y Parada; así tenemos como muestras las
calles Italia, Santos Nagaro, Arica, Nicolás de Piérola, Mariscal Sucre,
Rázuri, Mariscal Castilla, Callao, Caquetá, entre otras y que ya están llegando
hasta la propia Plaza de Armas de esta localidad.
No pensamos que nuestra co-muna haya autorizado esta postura,
claro que se dirá que todos tenemos derecho a trabajar, pe-ro dentro de un
marco de tolerancia, orden y respeto a los derechos de los demás ciudadanos.
Ahora preguntamos si se ha incrementado el número de policías
municipales los mismos han sido capacitados para tales fines, entonces se
plantean las siguientes interrogantes: -Si están trabajando en base al Reglamento
de la Policía Municipal o Manual de Funciones. Si están agenciados de lactómetros
para verificar la calidad de la leche fresca. Si están empleando el Patrón de
Pesas y Medidas, sobre todo para detectar el peso del pan francés. Si están
aptos para verificar las fechas de vencimiento de los productos envasados. Si
saben cómo se controla las balanzas adulteradas. Si se están controlando los
precios teniendo en cuenta la oferta y la demanda. Si saben inspeccionar el
estado sanitario de las pollerías, chifas y restaurantes. Si saben del control
de los establecimientos comerciales de venta de bebidas alcohólicas que
funcionan hasta altas horas de la madrugada sin la debida licencia especial. Si
saben verificar los locales que no cuentan con el Certificado de Apertura y
Funcionamiento, etc. etc. Por esta vez basta o quieren más sobre el tema.
Por eso se alerta a
la Comisión de Servicios Comunales, para que tomen cartas en el asunto,
haciéndole recordar que las veredas son para el uso primordial de los
transeúntes y no para el ejercicio del comercio ambulatorio ¿o no puede?.
Estamos.
Por: Juan Manuel Medina Cañas.
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