Mayúscula sorpresa y temor vivieron en carne propia las
trabajadoras de la fábrica textil del Valle, Esther Yauri López (28) y Luisa
Albino Uribe (33), cuando luego de cumplir su ho-rario de trabajo a las 7 de la
noche del último jueves, abordaron un auto supuestamente para que las
condujeran a la Plaza de Armas de Chincha Alta.
Pero resulta que el
automóvil al dirigirse al destino solicitado, el chofer de tez clara, cabellos
lacios y delgado, desvió sorpresivamente
el vehículo a la altura de la Bajada de la Molina, tomando por dirección a la
Universidad Alas Peruana.
En este trayecto al
camino a Hijaya, la joven Luisa Albino se asustó sobremanera y decidió
rápidamente arrojarse del vehículo en marcha, dejando en el asiento delantero
su cartera que contenía su DNI y unas cuentas monedas.
Al ver esta súbita
reacción de su amiga, su compañera de trabajo Esther Yauri, que viajaba en el
asiento posterior, fue sostenida fuertemente por dos supuestos pasajeros que le
hacían compañía.
Fue en esta
circunstancia que ella comenzó a pedir auxilio a todo pulmón, y aprovechando
que el auto sobre paró en un bache, la agraviada logró finalmente huir de sus captores.
Lamentablemente en el
asiento, la víctima dejó su celular y su cartera que contenía 600 nuevos soles,
su DNI y la de su hija de 10 años, así como también su tarjeta de crédito de
Plaza Vea y del Banco Continental y su fotochek de trabajo.
Los sujetos -afirmó- se
desplazaban en un auto color azul marca Susuki.
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