¿Quiere apostar?
Raúl Sotelo Lévano
Por acuerdo de Concejo N° 028-2012,
la Municipalidad Provincial de Chincha, en su artículo primero acuerda designar
un presupuesto por la suma de cincuenta mil nuevos soles para cubrir los gastos
que generen las diversas actividades que realizarán las Comisiones con motivo
del 144° Aniversario de Creación Institucional de la Provincia de Chincha.
Muy bien, pero faltó un importante
artículo adicional que dijera así: Queda
terminantemente prohibido la venta y consumo de bebidas alcohólica en la plaza
de armas y alrededores. La Policía Nacional y los del Serenazgo procederán
enérgicamente para el fiel cumplimiento de esta disposición en aras de la
tranquilidad y seguridad de la población; más aún cuando en estos días la violencia
resulta incontrolable.
Estoy completamente seguro y ustedes
también estimados lectores, igual que años anteriores en la próxima fecha de
nuestro aniversario, el centro de la ciudad se convertirá una vez más en un
escenario de jolgorio irrefrenable causado por la ingesta excesiva de licor,
que comienza en la llamada serenata y termina violentamente en la madrugada del
día siguiente.
El cuadro es elocuente y aterrador.
La plaza de armas queda convertida casi en un muladar. Botellas rotas, restos
de comida, orines a raudales, peleas, beodos tendidos en las pistas; o sea, un
espectáculo deprimente propio de habitantes que confunden la alegría de la
celebración de una fecha conmemorativa con un desquiciado proceder como sacado
de una cantina de baja estofa.
Este año, para variar, será igual o
quizás peor. La firma patrocinadora del evento, es muy poderosa y nadie con etiqueta
de autoridad que pretenda oficiar de moralista impedirá la venta de su licor.
¿Qué quiere apostar?
Otrosí digo: Los canillitas no existen en los Estados Unidos de Norte
América. En Washington, su capital, los diarios son colocados para su venta en
unos compartimentos metálicos de donde el lector escoge el de su preferencia,
deposita el dinero en el cajero y se lo lleva. No se exhiben como lo hace el
tipo ese llamado El Comunicador.
Yo considero que no está mal la idea de implantar
igual método y forma de venta en esta Cuna de Campeones. Constituiría un avance
de modernidad ahora que se está tratando de mejorar la imagen de nuestra
ciudad.
Pero, conociendo a fondo la
idiosincrasia, yo diría más bien la idiosincrasia, de mis estimados y bien
educados comprovincianos, al día siguiente de instalados mis módulos metálicos,
no encontraré ni rastros de los diarios, del dinero y de los artefactos colocados
en la esquina de Santo Domingo y Grau.
Prefiero quedarme con mi modesto y vetusto kiosko de
madera.
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