En las II.EE del
nivel primaria las familias cumplen un rol fundamental en el proceso de
formación de sus hijas e hijos, el cual es complementado por el que realiza la
escuela. En ese sentido, tanto los docentes como las familias tenemos que aunar
esfuerzos para que las y los estudiantes logren aprendizajes significativos.
Esta propuesta en nuestra realidad está en proceso porque
aun los padres están renuentes a participar en las jornadas y encuentros con
justificaciones laborales y personales por ello esta alianza en la cual ambas
partes asumimos mutuas responsabilidades, requiere de un cambio de actitud.
A pesar de ello, en dichos eventos los maestros y
maestras brindamos orientaciones y compartimos estrategias para promover la
participación de las familias en el proceso de aprendizaje y contribuir a reforzar
sus vínculos afectivos a través de actividades cotidianas y la generación de
espacios de interrelación entre madres, padres, familiares, y sus hijas e
hijos.
La mejora de los aprendizajes de nuestros estudiantes
requiere de un trabajo colaborativo entre docentes y padres de familia. En el
aula, el docente acompaña al estudiante mediante la orientación de los procesos
pedagógicos y didácticos; en el hogar, las madres, padres y familiares de las
niñas y niños, deberían aprovechar situaciones de su vida diaria para generar y
desarrollar aprendizajes. Por ello, es importante la participación y compromiso
de los padres de familia para lograr ese trabajo conjunto en beneficio del
estudiante.
Las jornadas y encuentros familiares son talleres
vivenciales, lúdicos, reflexivos y de intercambio de experiencias, cuentan con
una estructura que permite una secuencia en su desarrollo.
En relación al desarrollo de la sesión, las
actividades de inicio brindan acogida a los participantes, dan a conocer el
propósito, establecen los acuerdos de convivencia y recogen los saberes
previos.
Las actividades de proceso se vinculan a situaciones
familiares de la vida diaria, recuperan la importancia del juego en el
aprendizaje, motivan la participación y el intercambio de experiencias de las
familias, y promueven espacios para fortalecer sus vínculos.
Las actividades de aplicación y cierre promueven la
reflexión y búsqueda de estrategias para aplicar en su vida diaria lo trabajado
en el taller.
A partir de mi práctica pedagógica invoco a los padres
de familia a fortalecer el vínculo afectivo entre las madres y los padres con
sus hijas e hijos que se inicia en los primeros años de vida y es esencial en
la construcción de su identidad y equilibrio emocional. Es necesario brindar
momentos de mayor cercanía con sus hijos, lo que le permitirá cimentar su
seguridad y confianza personales. Su ausencia en casa debido a las actividades
laborales u otras razo-nes y situaciones en las que cada vez se tiene menos
momentos para que las familias compartan significativamente entre sus miembros,
generan distanciamiento y, al mismo tiempo, inseguridades, temores, desconfianzas,
autovaloraciones negativas, entre otros aspectos, en el desarrollo de la
personalidad de las niñas y los niños.
LUZ
Z. LA TORRE ANDÍA
MAESTRA
I.E “JOSÉ
PARDO Y
BARREDA” -
PRIMARIA
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