La música anima el aprendizaje, ya que procesa de forma sinfónica entre
las partes del cerebro. Asimismo, la música pasa por la corteza visual creando
imágenes y recuerdos de las melodías que escuchamos. La Educación pierde un
factor fundamental cuando no se considera la música dentro del proceso de
aprendizaje, porque desde el ámbito educativo es un recurso que descubre
habilidades en los estudiantes como: la imaginación, orden y la creatividad. La
melodía permite activar los diversos sentimientos en las zonas cognitivas. Tras
estos estudios se ha evidenciado que, para Piaget, la música es como una
actividad creadora y progresiva, cuyo desarrollo estará vinculado directamente
con el nivel cognitivo en el que se encuentre ese individuo.
En el proceso de la historia la música, ha sido apreciada por cada
cultura y sociedad por muy diversas razones en las expresiones estéticas, en
actividades artístico-musicales para las diversas edades, desarrollar múltiples
formas de pensamiento y aprendizaje, están relacionadas con las habilidades
creativas, resolución de conflictos y trabajo colaborativo. Propiciando un
desarrollo social, cognitivo y emocional. (Gonzáles, 2006) Asegura que es
primordial entender, y conocer el valor e importancia de la música en la
educación en general. Estos aspectos argumentativos nos llevan a reconocer que
la música es una alternativa metodológica en el aula, como resultados de
investigaciones que muestran el impacto de la educación musical en el
desarrollo cognitivo, social, físico y emocional del educando. Abre una
posibilidad hacia la comprensión y el cambio de actitud en torno al
aprendizaje, al escuchar alguna música agradable, se pueden activar sustancias
químicas en el Sistema Nervioso Central, estimulándose la producción de
neurotransmisores que favorece la alegría y el optimismo.
“La música ayuda a escuchar, a retener lo aprendido y a evocar la
imaginación”.
Prof. Gino Zúñiga Garay
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