Un
joven estudiante de 17 años, identificado con las iniciales C.L.G., se llevó el
mayor susto de su vida el pasado uno de enero, al ser sorprendido por dos asaltantes
quienes a viva fuerza lo subieron a una mototaxi color roja.
Este
censurable hecho que en verdad atemoriza a la población de Chincha, se registró
a las 9:30 de la noche de ese día, cuando el adolescente caminaba tranquilamente
por la calle Mariscal Castilla en Chincha Alta.
De
pronto -dijo- una mototaxi tipo torito me cerró el paso, y de esta descendieron
dos sujetos quienes con palabras groseras y a empujones, me subieron a su
vehículo prácticamente a rastra.
Luego,
transitando varias cuadras de la ciudad de Chin cha Alta, me condujeron hasta
el asentamiento humano Keiko Sofía.
En
ese lugar, tras apoderarse de mi DNI, celular Nokia y el poco dinero que
portaba, los delincuentes emprendieron la huida, y a pocos metros de la zona,
optaron por arrojarme del vehículo en marcha, golpeándome fuertemente en el pavimento
de la vía.
Esa
trimovil tenía en la puerta del lado derecho, un logotipo que decía “Misterio”.
Uno
de ellos era de contextura gruesa, bajo, y vestía un polo celeste con pantalón
jean; y el otro usaba una gorra negra en la cabeza.
La
denuncia formal, la presentó en la Comisaría Sectorial de Chincha su padre Carlos
L.G. (41), obrero de profesión.
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