Porqué no se estimula el deporte en Chincha?

Muchas veces nos interrogamos el porqué no se estimula las diferentes disciplinas deportivas en nuestro medio; por cuanto hasta la fecha no hay una respuesta saludable sobre el particular, a pesar que diariamente escuchamos ese trillado estribillo de Chincha Cuna de Campeones cuando la realidad es otra, por cuanto en la actualidad no se practican estas actividades salvo en los patios de las instituciones educativas y con excepción del balompié que está bien organizado por las Ligas respectivas, dado al desprendimiento y trabajo de sus directivos.

 Al respecto se pregunta el porqué no se construye el estadio municipal y se desagravia la memoria de ese gran futbolista chinchano llamado Félix Castillo Tardío.

Hoy que contamos con un grandioso Coliseo Cerrado, como su membrete indica que más permanece cerrado que abierto para la práctica de algunas artes, desatendiendo de esta manera el objetivo para lo cual fue creado.

Acaso no es cierto que hoy por hoy, no se estimula el deporte base como es el atletismo en sus distintas modalidades. …que diría el fondista José Tardío Acevedo.

Acaso no es cierto que ahora

no se acicatee el box y la realización de los campeonatos interbarrios que existieron en esta localidad ¿cómo estará amargo don Mauro Mina Bailón? A propósito que rumbo ha tomado el ring de dicho recinto deportivo; ya que por la mala decisión de un alcalde no se reconstruyó y en su lugar fue convertido en una plazuela que a la postre resultó como guarida de gente de mal vivir como borrachos y fumones.

Acaso no es cierto que en estos momentos no se aliciente el Voleibol tanto masculino como femenino y tengamos continuos certámenes.

Acaso no es cierto que todavía no se impulse el basquetbol que tantos lauros dieron a esta provincia.

Está bien, es digno de elogios que se construyan nuevas estancias deportivas en esta jurisdicción; pero lo que más se necesita es que se estimule los deportes, para así volver a Chincha como Cuna de Campeones y así aportar a nuestra juventud de los perniciosos vicios ceñidos con la moral y las buenas costumbres. De otro modo estamos arando en el mar y escribiendo el viento.