Por:
Palmer De la Cruz Aburto
Es bueno una mirada
al interior de nuestro ser, quien soy, cómo es mi actitud y comportamiento
dentro de mi ambiente familiar y social y luego determinar ser cada día mejora
para brindar servicios positivos en bien de mi comunidad y semejantes. Todo se
hace en aspiraciones divinas y morales y observando las reglas y normas
constitucionales, los derechos fundamentales de la persona, el respeto a la
dignidad humana, nadie puede dañar el honor y la buena reputación, menos adelantar
juicios que afectan a la familia y entorno social; desde esta columna solo pido
prudencia y respeto que nos merecemos todos. Estamos en el mes de la patria y con justa razón recordamos a
nuestros precursores y próceres de la independencia que nos dejaron una patria
libre y soberana. Nos visitarán muchos turistas y familiares, son actos de
encuentros sociales y recordar a nuestros amigos y compañeros de estudios y viene
a mi memoria, porque no recordarse de los buenos amigos y profesionales del
saber.
Yo recuerdo al profesor Hugo Buendía Guerrero, a
pesar de las circunstancias, de que nadie está libre, Buendía Guerrero es
profesional de la educación, padre ejemplar, luchó y logró que sus hijos sean
profesionales, ingresó a la arena política y llegó a ser alcalde del distrito
de Pueblo Nuevo; pero por avatares y acusaciones hoy recluido injustamente en
el INPE de Chincha, no soslayando su vocación de maestro, como siempre se
distinguió en sus labores educativas, tanto en el nivel primario y superior. A
pesar de su reclusión sigue brin-dando servicios educativos a los internos del
Penal, les enseña a leer y escribir, aplicando sus propias estrategias metodológicas,
editadas en sus días libres de su propia inspiración y que han sido difundidos
a nivel nacional. Comparte labores de instrucción deportiva, formando en su
pabellón una academia pre-vocacional de árbitros de fútbol y vóley; tiene a
cargo la preparación física y técnica del equipo de fútbol y vóley, asimismo
desarrolla terapias contra la depresión a la población interna, mediante
talleres, juegos recreativos y dinámicos, participa en el culto religioso de la
palabra de Dios, dos veces por semana; contribuye en la realización de
proyectos culturales. Y recordemos, fue árbitro oficial de la FIFA, inspector e
instructor de la Federación Peruana de Fútbol, autor de libros y textos
educativos como APRENDO JUGANDO.
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