Una inolvidable tertulia, con “Carpeta”
Amigo de los amigos,
próspero empresario de transporte vehicular, fiel devoto de la efigie del Señor
de los Milagros del caserío Huaca Grande, dicharachero por excelencia siempre
usaba los arcaicos chinchanismos ya murientes en las pródigas campiñas
chinchanas; así fue en vida don Candelario Almeyda Pachas que alguna vez llegó
a ser autoridad en su amado Sunampe.
En cierta ocasión,
cuando fuimos a visitar a este notable personaje, nos recibió con una extrema
cordialidad, pues al instante manifestó abiertamente que a sus preciados amigos
no los recibía en los mullidos sillones de la sala de su domicilio, sino a las
sombras de una frondosa planta de pacae, con previos tragos de sus mejores
cosechas, comenzó una tertulia interminable el porqué a su antecesor lo llamaban “Carpeta” y así
una serie de valiosas tradiciones y de los héroes que marcaron historias en el
aguerrido pueblo sunampino.
Llegado el mediodía
llamó a su “guaña” y con amables señas, le indicó que nos preparara un
suculento almuerzo; la misma que ni tonta ni perezosa a las pocas horas apareció con unas humeantes
viandas con la rica carapulcra acompañada de la sabrosa sopa seca con una buena
“presa” de carne de gallina de corral viejo, a su costado un pedazo de yuca de
cabecera de parra, que al momento fue devorado con sendas jarras de cachina de
los viñedos huacagrandinos.
Al imperar el
atardecer y habiendo cesado el concierto pajarero, nos retiramos de su humilde
morada donde reina la amabilidad.
En esta oportunidad,
es preciso anotar que el distrito de Sunampe está en deuda con este ilustre
personaje por su don de caballerosidad, porque era una lumbrera de la historia
de su pueblo; por eso y muchas cosas más es recordado siempre cuando a una
persona las cosas le salen bien y por si acaso hay una ambigüedad, al momento
aflora ese modismo tradicional de: ¡Qué leche, dijo
“Carpeta”!
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