Por: Óscar
Velit Bailetti.-
Especialista
en Seguridad Ciudadana.
Cuando estábamos
en la escuela de la PNP, fuimos capacitados y enseñados para ser policías con
todas las letras. Tuvimos instructores que nos enseñaban a no pedir en los negocios,
a jamás coimear en las rutas, a tener dignidad, respeto por las personas y a
realizar bien los procedimientos. Nuestro entrenamiento fue muy bueno en cuanto
a leyes. Estudiamos todo el reglamento interno y las leyes contravencionales y
penales. Tuvimos muy buen entrenamiento en Defensa Personal pero eran muy pocas
clases. Teníamos Educación Física dos veces por semana. Orden cerrado casi
siempre. Aprendimos bien a desarmar, armar y limpiar las pistolas. Pero hicimos
muy pocas clases de tiro, solo fuimos dos veces en toda la etapa de formación.
No nos dieron uniforme, cuando salimos con el primer sueldo tuvimos que pagar
las cuentas de los uniformes que nos compraron. En nuestro acto de nombramiento
estábamos vestidos como alumnos secundarios.
Ahí se acabó toda la capacitación. Cuando se sale de la escuela, ya no
hay más capacitaciones. Ni siquiera práctica de tiro o defensa personal. Nada
de nada. Excepto claro que uno pague y siga aprendiendo, cosa difícil con el
sueldo actual y el poco tiempo libre que se tiene.
Cuando se sale, lo único que te sirve es lo que
aprendiste en Defensa Personal. De hecho, toda la vocación que tenías, la
terminas tirando al tacho de basura. ¿Por qué? Por el sistema. Sales con ganas
de brindar seguridad y meter presos a todos los delincuentes - ricos o pobres
-. ¿Qué pasa en la realidad? Ejemplo 1:
Te revientas haciendo un procedimiento para meter preso a un par de delincuentes
que golpearon a una anciana hasta dejarla hospitalizada para robarle la
cartera. Resulta que cuando los tienes que aprehender, los tipos se resisten,
entonces usas la fuerza. Finalmente, luego de lastimarlos y de que te lastimen
logras reducirlos. Los llevas a Sanidad haces todo el procedimiento. Al otro
día un fiscal los libera. Porque no hay lugar en la comisaría o porque les parece que no es muy grave lo que
hicieron, así que mientras esperan el juicio andan libres otra vez, pero eso no
es todo. Los delincuentes como los golpeaste, y con un abogado de DD.HH. te
inician una causa por ''apremio''. Al final no puedes ascender mientras tengas
esa causa. Para la próxima lo piensas bien, si vas a hacer tanto esfuerzo por
dos delincuentes que después la justicia los libera y terminas con toda una
causa o sigues manteniendo intacta la vocación.
Acá muchos se enojarán y dirán, que tránsfugas que son, deberían seguir
trabajando igual. Claro que sí, muchos lo hacen, pero no como antes. Desmoralización,
cuanto más te metes, más pierdes. Muchos siguen igual y nunca ascienden, viven
siendo trasladados por las denuncias de los delincuentes y por las causas que
tienen, por supuesto apremio. Literalmente no ascienden, terminan perdiendo,
pero por vocación siguen ha-ciendo el trabajo, como si la justicia los
respaldase, claro no los respaldan. Al otro día volverán a trenzarse con los mismos
delincuentes y volverán a ser denunciados. Otros menguarán su trabajo, solo
harán lo que deban... otros se harán de “la vista gorda”.
Una vez un oficial nos dijo: Eviten ser vocacionales -
ni se metan, porque siempre terminan perdiendo ustedes por hacer lo que deben.
Lamentablemente es así. Si tienes vocación, el sistema te lo quita. Si
mantienes la vocación, entonces prepárate para nunca ascender.
Ejemplo 2: Estás en un control de tránsito viene un
tarado creyéndose que es Rápido y Furioso, le haces señales que se detenga, no
se detiene, casi te choca, además te arrojan botellas de cerveza destruyendo
las ventanas del patrullero. Luego de una intensa persecución los detienes, se
resisten, golpean policías, al final terminan detenidos todos. Pero salen a las
dos horas, porque era hijo de ''tal'' autoridad o un influyente del gobierno.
Además, claro está, te trasladan porque te denuncian por ''apremio ilegal''.
Para la próxima te ahorras la persecución y con suerte no te chocan cuando le
haces señas. A un compañero mío lo chocaron, le rompieron el fémur. El
individuo estuvo preso unas horas y salió por que su papá era el “Señor
congresista o ex no sé cuánto”, mi compañero hasta, después de 9 meses, no pudo
volver a trabajar, de hecho, le dieron de baja por incapacidad. No es que no
camina, renguea, pero no sirve para el trabajo policial, entonces en meses, le
dieron de baja. No sé si logró conseguir un trabajo, pero de caminar
normal...no.
Ambos ejemplos son reales, son cosas que pasan cuando
se es policía. En el caso de mi
compañero accidentado lo más malo es que te dan la baja y solo cobras el
básico.
Una vez un miembro de la PNP perdió un ojo, le dieron
la baja. Dijeron que lo iban a ayudar, llevarlo a los mejores especialistas al
exterior del país. Ascendió a comandante y luego le dieron de baja. Y allí está
mi amigo Carlitos. Resentido, adolorido del alma. Pero fiel a su vocación POLICIA SOY………AMA Y QUIERE
a la Policía, a pesar de todo……..
Señor Ministro Carlos Moran Soto, continúe luchando
por los policías. Ellos son humanos tienen pena y sufren. Y su familia llora
impotentemente. Sus compañeros se adhieren a que Ud. Intervenga con todo el
poder que la Ley le otorga.
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