Por:
Oscar Velit Bailetti
Todos los 7 de junio se celebra
el día de la Jura de la Bandera en honor
a la Batalla de Arica (1880), fecha en que se gestó una de las páginas más
dignas de la historia del Perú, en la cual aproximadamente 1,900 hombres
defendieron territorio patrio comandados por el coronel Francisco Bolognesi.
En aquella fecha, alrededor de 3,000 soldados chilenos
atacaron el Morro de Arica, y Bolognesi se inmortalizó con la recordada frase
"hasta quemar el último cartucho".
Alfonso Ugarte, quien estaba al mando de la octava División
Peruana, también quedó en la historia tras lanzarse por un precipicio con la
bandera del Perú para evitar que sea tomada por los enemigos.
La batalla tuvo graves consecuencias para el país. Se
registraron 700 fallecidos y más de 1,000 heridos, que fueron tomados como
prisioneros.
Hoy no se celebra el día de la bandera sino "El
día de la jura de la bandera". El
acto ha sido, durante largos años, exclusividad reservada solo a las Fuerzas
Armadas y Policía Nacional del Perú (PNP); se realiza conjuntamente con la
población civil. Después de conocida la derrota en el Alto de la Alianza y de
la captura de Tacna, los soldados peruanos tenían dos posibilidades: retirarse
hacia el este o pelear hasta el final.
Los generales peruanos yacían
agazapados, discutiendo sobre qué decisión tomar y la irrupción de un emisario
chileno, silenció por unos instantes la conversación. Éste, venía con
intenciones de solicitar la rendición peruana y en un acto heroico, Francisco
Bolognesi le respondió: "Tengo deberes sagrados que cumplir y los cumpliré
hasta quemar el último cartucho"", dijo.
El acto cívico-patriótico ha de recordarse en todos
los centros educativos y, especialmente en la Plazuela Bolognesi, donde se
llevarán a cabo homenajes y el respectivo juramento al pendón bicolor.
No hay norma que prohíba a la civilidad renovar la
promesa de fidelidad y reconocimiento a nuestros símbolos patrios. "Es
más, los padres de familia deben hacerlo con sus hijos desde que estos están
pequeños para fortalecer su espíritu patriótico"; con el tiempo, la civilidad
hizo de esa promesa una práctica exclusivamente de los militares y de las
fuerzas del orden, pero que en todo caso nunca fue vetada a los civiles.
Que no nos extrañe entonces que hoy no solo quienes
visten uniforme oficial, sino el público en general renueve la promesa de
fidelidad frente al monumento erigido en memoria al héroe, Cnel. Francisco
Bolognesi, en recuerdo a su épico sacrificio.
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