Una nueva juventud

Raúl Pantoja Arias.- Colegio Cooperativo

Joven de este tiempo: no es joven aquel que tiene veinte abriles y actúa como viejo; ese no es joven, es jóvenes del ayer, este no es el joven que el mundo exige en este siglo. Estamos viviendo la era de la cibernética, donde se requiere de otro tipo de joven. Requiere de un joven que comprenda que el tiempo es un bien; que si lo dejamos pasar, ya no regresa.. El mundo de hoy requiere de un joven que diga: ¡Yo soy la primavera de la vida, la estación donde todo florece; donde nada se marchita; soy la flor que abren sus pétalos a la vida, porque ahora... yo mismo soy.

¿Saben ustedes por qué se estancan y fracasan muchos jóvenes? ¡Yo les diré por qué!

Se estancan y fracasan los jóvenes, porque cuando estuvieron en el vientre de su madre, a ella la trataron mal; la alimentaban e cólera y eso fue también el alimento de ese niño. También tienen una mente negativa porque cuando buscaba a su padre para jugar, estando presente, nunca lo encontró. Porque tuvieron una mente negativa y porque les faltó coraje para imponerse a su triste realidad!

Tienen una mente negativa, porque cuando fueron adolescentes nadie le dijo que existe un Hijo de Dios que ama y perdona a sus semejantes y que hasta dio su vida por nosotros los pecadores.

¿Creen ustedes que así podemos tener una nueva juventud? No. Solamente tendremos grupos de humanos idiotizados, alejados inmisericordes de la excelencia. Tendremos una juventud que jamás nos hará abrigar las esperanzas de superar esta nefasta mediocridad

  Pensemos que el mundo necesita de una nueva juventud; una juventud que sea capaz de abrir nuevos horizontes, capaz de enfrentarse a los riegos con audacia y persistencia. Que tenga el valor de la fortaleza para endulzar con sus gotas de amor el mar inmenso de la amargura

¡Jóvenes de este tiempo! ¡Yo quiero ser joven como tú; quiero ser artífice de mi propio destino; yo no quiero creer en la suerte. Yo quiero ser triunfador de un triunfo que yo mismo lo haya labrado; mi norte será la acción que es lo único que vale.

Si la juventud es la primavera de la vida, donde todo lo que siembra nace, todo florece entonces haré de cada momento un instrumento de vivir.