POR: OSCAR VELIT BAILETTI
ESPECIALISTA EN SEGURIDAD CIUDADANA
La estrategia de seguridad en la provincia de
Chincha debe girar en cinco funciones estratégicas; conocimiento y anticipación,
prevención, disuasión, protección e intervención.
El conocimiento
constituye nuestra primera línea de defensa, garantiza nuestra autonomía
de decisión. Debe ofrecer, tanto a los líderes políticos como a los comisarios
y a los responsables de seguridad interior y de seguridad civil, los medios
para disponer, con la mayor antelación posible, de elementos de previsión y de
anticipación de la acción.
La protección de la
población es un elemento clave de nuestra estrategia, debido a la aparición
de nuevas vulneraciones a las que están directamente expuestos. La delincuencia
está actuando en robos a casas comerciales, viviendas y fundos. El dispositivo
de comunicación, de información y de alerta de la población será un elemento
clave en la prevención y la gestión de las crisis. La policía debe de hacer
convenios con una compañía de telefonía o solicitar a empresarios la adquisición
de radios.
La Policía Nacional debe realizar
constante patrullajes a pie, por las principales calles, este es un aspecto
disuasivo; y de protección, en los vehículos no es aparente, algunos solo se dedican
a descansar. Para la conformación de los integrantes de las Juves no solamente
es necesario el filtro. También debe considerarse que no sean los eternos
dirigentes. Que usan los cargos solo para su beneficio y el de su familia. Su
particularidad radica en la pertinencia y especialización de los participantes,
lo cual permite confiar en una deliberación bastante plural y calificada.
Se debe realizar
reuniones con espacios barriales o comunales que surgen de la sociedad civil
o de la iniciativa del gobierno local. El objetivo del proceso es identificar
temas prioritarios, diagnósticos prevalecientes, opiniones, posiciones y
propuestas respecto a las principales dimensiones que involucran la seguridad y
la convivencia en Chincha. Como tal, debe tratarse de un proceso deliberativo
sin ninguna pretensión de cerrarlo mediante acuerdos, consensos o conclusiones
unificadas.
Estos temas deben
reflejar la diversidad de opiniones y posturas que emergen en los diferentes
escenarios de discusión de los propios vecinos y dejaran en evidencia que
existen diversas concepciones acerca de lo que se entiende por seguridad y del
tipo de implicaciones políticas y sociales que tiene, que servirán luego para debatir
en las reuniones de CODISEC o COPROSEC, donde se elaboren las estrategias a seguir.
Esto significa que debe
admitirse que la seguridad tiene una dimensión coercitiva para el control del
crimen, la protección de la vida y bienes de los ciudadanos, y la garantía de
las condiciones básicas para la convivencia.
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