Escuelas de Seguridad Ciudadana
Por Oscar Velit
Bailetti.- Especialista En Seguridad Ciudadana.
En el Perú, el primer objetivo de la
Policía Comunitaria son las “cuadras solidarias” donde se fomentan lazos de
ayuda y confianza entre vecinos, evitando el aislamiento, disminuyendo el temor
y recuperando los espacios públicos urbanos. Son la base para la posterior formación
de las Juntas vecinales de Seguridad Ciudadana. El objetivo de las “cuadras
solidarias” es disminuir la oportunidad que tiene el delincuente multiplicando
la vigilancia.
Dicho sistema se basa en una participación intensa vecinal,
comienza con la organización de una cuadra, donde los vecinos, intercambiando
sus números telefónicos y estrechando sus contactos aplican un procedimiento de
alerta temprana ante la detección de cualquier anormalidad o actitudes sospechosas.
Un método práctico también usado por este tipo de organi-zaciones
vecinales, descansa en el concepto del “árbol telefónico”, para alertar al
vecindario sobre algún hecho anormal, acto delincuencial, una emergencia de
salud o inundación; consiste en la instalación de un panel electrónico de
alarma financiado por el municipio, en la casa de quien lidera el grupo
(encargado de hacer sonar la sirena y llamar a la policía u otros servicios de
emergencia), conectado a la vivienda de los vecinos, y para minimizar falsas
alarmas se fija un sistema disuasivo de multas.
Las Escuelas de Seguridad Ciudadana, centros académicos
comunitarios de formación de “Promotores en Seguridad Ciudadana”, son
lideradas por la Policía Comunitaria en alianza estratégica con las
Universidades y algunas empresas del sector privado, así como del importante
apoyo de Fundaciones. Las personas formadas en las Escuelas de
Seguridad Ciudadana, organizan los voluntariados denominados Juntas Vecinales
de Seguridad Ciudadana.
Las Juntas Vecinales de Seguridad Ciudadana, organizadas
y capacitadas en las Escuelas de Seguridad Ciudadana, inician sus funciones
elaborando el “Plan de barrio para la prevención del delito”: una estrategia de
la Policía Comunitaria para ser aplicada por las Juntas Vecinales de Seguridad
Ciudadana, a fin de identificar conjuntamente con la Policía Comunitaria y sus
autoridades vecinales, los principales problemas que afectan la seguridad y el
desarrollo integral del barrio. Este plan debe ser cursado al Alcalde en su
condición de Presidente del Comité de Seguridad Ciudadana, al Comisario policial
de la jurisdicción, al representante del Defensor del Pueblo y a la Fiscalía de
Pre-vención del Delito, motivando el compromiso de las autoridades junto a la
comunidad para solucionar los problemas planteados y la
prevención del delito.
Desde esta perspectiva, la “Prevención
proactiva del delito”, es una de las principales actividades del Policía Comunitario,
por cuanto presta mayor atención a la potencial víctima, el potencial
delincuente y al entorno en el que se suscitan los hechos delictivos. Teniendo
la convicción que el hecho criminal se produce de acuerdo a lo que se denomina
“La cadena del delito”, es decir, cuando confluyen en el tiempo y lugar, el
potencial delincuente, la víctima u objeto apropiado y el entorno presenta las
mejores condiciones para que se materialice el hecho, entendiendo que el
fenómeno delictivo es multidimensional y pluriofensivo.
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