miércoles, 5 de abril de 2017

El Comunicador


Nota Social
Ramón Herrera Fajardo no se lo esperaba. Ese día, un año más de su exitosa existencia le cubriría una inmensa alegría, y su hogar conformado con su esposa Carmela Espinoza de Herrera, fue escenario de una auténtica reunión familiar.
Sus hijos Lisbeth, Cristhian y Edward Herrera Espinoza, en complicidad con doña Carmela y familiares cercanos, le ofrecieron con justa razón la mayor sorpresa de su vida. Para Ramón los globos multicolores, serpentinas, la torta con la U de su Universitario de Deportes, los sones cubanos, los mariachis, y lo más importante la presencia de sus hijos formando fila para saludarlo por su onomástico, incluyendo a Lizbeth recién desembarcada del avión que lo trajo desde Colombia.
Lo tienes bien merecido Román Herrera como que eres un magnífico esposo y excelente padre de Familia. Se abrió el baúl donde se guarda el tesoro que más aprecia en tu vida, y esa noche brilló con más intensidad.
A tu salud apreciado amigo con un brindis de un buen pisco de uva quebranta.


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