sábado, 24 de diciembre de 2016

¡Una Feliz Navidad!


Hoy el mundo católico está pleno de alegría al acercarse el momento del nacimiento de Jesús y en los ambientes del hogar y del entorno se siente el amor y la fraternidad que se acrecienta a medida que avanza los momentos del recuerdo de la llegada del Mesías, lo que se hace más emotivo al escucharse las canciones de villancicos, y rebozar la alegría de darse el abrazo de una Feliz Navidad, con que se ratifica  los sentimientos y mensajes de nuestro redentor cuya presencia promueve que predomine el amor, la confraternidad y unión del mundo católico, para tener siempre vigente los claros mensajes del Salvador, Jesús.
Recordando los pasajes históricos de este acontecimiento, era largamente esperado esos momentos, los que ya había sido anunciado por los profetas, y desde luego consideradocomo el más grande de la historia universal, hecho que motivó el estimulante cambio de los corazones, mentes y estructuras del mundo; un cambio nuevo de vida.
La llegada de nuestro Salvador es realmente motivo de alegría contagiante en todo el mundo, pareciera que un soplo de nuevos aires corriera transformando los rostros tristes en alegría y muestras de felicidad.
El deseo de Feliz Navidad nos lleva a compartir la alegría en la familia, amigos y comunidad; es la fiesta de todos, niños jóvenes y adultos, preferentemente dentro del seno familiar que es precisamente el hogar, ambiente donde nace el niño Jesús, al lado de sus padres José y María.
Es motivo principal por ello, incentivar la unión entre los miembros de la familia y comunidad, dividida muchas veces por sutiles desavenencias.
La llegada de este día es sin duda fortificante para la salud espiritual de todos, porque siempre se propicia la reconciliación en la familia y demás sectores de la comunidad.
El cariño y el amor afloran estimulando la unidad, la paz en la familia y comunidad.
Uniéndonos al regocijo de la fiesta navideña, elevamos nuestras oraciones al todopoderoso, pidiéndoles sus bendiciones para que reine la paz y la unidad en todas las familias de Chincha, de nuestra región y del mundo entero.





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