miércoles, 2 de noviembre de 2016

Un importante mensaje del Padre Marco Martínez, en la Homilía de la Misa del 30 de octubre, oficiada en el Templo Santo Domingo de Guzmán


Hoy que nosotros celebramos un aniversario más de nuestra provincia, señor alcalde, permítame agradecerle por todo el bien que está haciendo a nuestra ciudad, sé que su labor es bastante difícil, sé que encuentra también muchos obstáculos en este camino de querer recuperar la ciudad para el bien de todos los chinchanos; por ello felicito a usted y a su cuerpo de regidores por esa valentía, por esa dedicación, por ese esmero en trabajar por esta ciudad, también me permito en esta oportunidad, pedirle a usted como máxima autoridad de la provincia y a todas las autoridades presentes, que trabajan por el país y por esta ciudad, que así como intentamos recuperar la belleza, así como intentamos recuperar lo que se está perdiendo en cuanto a estructura, también luchemos para recuperar los valores humanos y morales de todos los peruanos y de todos los chinchanos; un país o una ciudad sin valores, es una ciudad muerta, de nada nos sirve tener todo elegante y bonito en nuestros pueblos en nuestro país, de  nada nos sirve enorgullecernos por los avances científicos o tecnológicos, si los valores entre nosotros se están perdiendo, tenemos que recuperar los valores en nuestros jóvenes, tenemos que preocuparnos en no dejarlos caer en las drogas o en la prostitución, que se van haciendo más comunes en nuestros pueblos, en nuestro país; tenemos que em-pezar a recuperar de verdad nuestro pueblo, tenemos que empezar a recuperar la dignidad de cada uno de nosotros los peruanos, y los chinchanos, le pido con humildad y con la venia de Dios que como autoridades no caigamos en un sistema de corrupción donde solo se busca el bien personal de una manera muy egoísta y nos olvidamos del bien común, de estar al servicio de todos los demás, Cristo va a la búsqueda de nosotros, dejémonos encontrar por  Él. Y también nosotros, busquemos encontrar con Él, con Dios siempre haremos las cosas bien  cuando vamos hacer una cosa mal, nos vamos apartar de Dios, por eso busquemos hacer siempre las cosas bajo la mirada de Dios y buscando siempre como dice la oración, colecta la oración de entrada, la concordia la unidad, la paz, la justicia y solo así vamos a poder conseguir un verdadero y autentico progreso constante, que no nos van a dar solamente glorias humanas sino sobre todo, nos van a dar la gloria celestial,  todas las autoridades y pueblo estamos trabajando para Dios, todas las autoridades y pueblos tenemos que trabajar en servicio de Dios, y según los criterios de Dios, alejemos de nosotros todo aquello que nos impide encontrarnos, que nos impide mirar a Dios cara a cara, porque en algún momento de nuestras vidas nos vamos a encontrar con Él cara a cara  y vamos a tener que dar cuenta de nues-tros actos, de nuestro servicio, de nuestra autoridad, yo el
primero, cara a cara a Dios de todo lo que hemos hecho y de lo que hemos dejado de hacer, les ofrezco a todos ustedes, en especial al Señor Alcalde, como desde el inicio  de su servicio, de su gobierno en esta ciudad  mis oraciones, para que pueda servir a este pueblo como lo saben hacer, siempre con el criterio de Dios.
 En el atrio de este templo, a los pies de este templo iniciaron su gobierno, vivan siempre con él, caminando con Él, Él sabe que es así pero no descuidemos nunca de todo aquello y de todos aquellos que nos
pueden apartar de esta voluntad de Dios, y de este trabajo digno al servicio de los
demás.
¡Gracias señor alcalde, gracias amigos regidores por su servicio constante, asiduo, desinteresado por esta ciudad, que Dios, los premie siempre por todo lo que hacen, sobre todo con la gracia, la tranquilidad, la alegría personal y familiar a cada uno de ustedes. Que el Señor Jesús nos conceda la gracia de ser humildes para que caminemos siempre según según su  palabra y nos alejemos de todo aquello que nos aparta de Él, que María Santísima nuestra madre que siempre nos acompaña y San José, su esposo interceda por cada uno de nosotros para que como ellos, vivamos, en Dios acá en la tierra para que luego podamos gozar de él en la vida eterna.Esta es parte de la homilía que ofreció el P. Marco Martinez y que motiva reflexión e induce a pensar en el rechazo a la corrupción y la vigencia de valores.



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