Hoy para muchas familias y en especial para la
del profesor de educación física, Edgar José Lévano Suero, es un día más que
inolvidable, porque la luz de la verdad y la justicia de los hombres, se hizo
presente al resolver su situación jurídica penal.
Edgar José Lévano Suero, fue sometido a un
proceso penal, por más de año y medio, situación procesal por la cual sin que
exista prueba objetiva de la responsabilidad penal que en ese momento se le
atribuyó, fue privado de su libertad, al declararse fundada la prisión preventiva
solicitada por el Fiscal Provincial, Dr. Vela Acosta.
Los cargos que le imputó el representante del M.P.,
fue el de haber cometido el Delito contra la libertad Sexual, Violación de
menor de edad, basado en una denuncia que formularan los padres de un alumno de
la I,.E San Vicente de Paul, local; un certificado médico legal que fue
duramente cuestionado, así como una entrevista en la llamada Cámara Gesell, que
al igual que la precitada prueba de resultado, también era manifiestamente inconsistente
para mantenerlas como elementos de convicción.
Este caso penal, que
por su transcendencia motivó la atención de la población chinchana, quien
conocía de la integridad personal y de principios del docente, dio lugar a que
se tenga un especial interés en conocer cómo se estaba desarrollando este proceso
penal, en la cual concluida su etapa de juzgamiento, y pese a la falta de
pruebas objetivas, ni siquiera de pruebas indirectas o indiciarias, dio lugar a
que el representante del M.P. Fiscal Dr. Vela Acosta, solicitara ante el
Juzgado Supraprovincial Colegiado de Ica, se le impusiera condena efectiva de treinta
años de pena privativa de libertad.
Por su parte, el
Abogado Criminólogo, Dr. Pérez Arroyo, Defensa Técnica del profesor Edgar José
Lévano Suero, a lo largo del proceso penal y desde la etapa de investigación
preparatoria, postuló su teoría del caso, que estaba direccionado a probar que
en este caso, no se había cometido el delito imputado, y menos aún, existía
responsabilidad penal del profesor José Lévano, en estos hechos.
La compulsa
probatoria centrada en el examen de las pruebas documentales, así co-mo de los
testigos y peritos criminalísticos no hicieron sino coadyuvaron al esclarecimiento
de los hechos, es así que lle-gado el momento de dictarse sentencia, y oídos
los alegatos de clausura, tanto del representante del Ministerio Público, como
de la defensa técnica a cargo del Dr. Pérez Arroyo, y finalmente la auto
defensa, el Juzgado Supra Provincial Colegiado de Ica, presidido por el Dr.
Marlon César Sandoval Sánchez, llegaron a la convicción y certeza de que el
docente, Edgar José Lévano Suero, era inocente.
Largo ha sido el
camino y la espera de lo que se sabía desde el comienzo, esto es, que el
profesor Lévano Suero, era inocente, sin embargo, para que se pruebe que él no
había cometido delito alguno y por ello ser responsable penalmente, tuvo que
transcurrir un año, cinco meses, y veintinueve días de injusta carcelería, privado
de su libertad, de su derecho a la familia, al trabajo y al honor; lamentablemente
esta historia de injusticia aún no ha terminado pues falta que de ser el caso
que la presunta parte agraviada, constituida en Parte Civil, o el mismo
Representante del M.P., no estén conformes con este fallo, consideren interponer
el correspondiente recurso impugnatorio.
De ser así el caso
pasaría a la Sala Penal de Apelaciones de esta localidad. En días posteriores,
estaremos dando cuenta de un estudio especializado del fallo, así como de los
fundamentos que ha tenido el Colegiado para emitir una justa sentencia
absolutoria.
Su señora madre, su
esposa, hijos, y todos aquellos que desde un inicio le brindaron su apoyo, así
como a sus colegas docentes, no solo de la I.E. que lo había acogido en esta ciudad,
Institución San Vicente de Paúl, esperan ahora que este fallo, en caso se impugne sea confirmado; y, de no ser apelado
que sería un acto de justicia y de reconocimiento, se estaría probando con ello
que en este proceso, en efecto, nunca existió elemento de convicción del delito
imputado, debiendo procederse a que se archive definitivamente todo lo actuado.
Su libertad personal
así como el honor de su persona, como hombre, padre de familia, esposo y
docente ejemplar, deben ser reivindicados, el pueblo de Chincha espera que la
Justicia termine de materializarse, demostrándose con esta sentencia ejemplar,
ser entre otros, la mejor muestra de la probidad de los magistrados que estuvieron
a cargo de su juzgamiento.
Finalmente,
entrevistadas personas comunes que han conocido la decisión jurisdiccional, no
dejaron de reconocer que todo hace ver, que se vienen cambios que también deben
ser resaltados, tal como lo expresara el nuevo Presidente de la Corte Superior
de Justicia de Ica, Dr. Alejandro Páucar Félix, quien en su memoria al aperturar
el año judicial, se comprometió entre muchos de sus proyectos institucionales,
a que la población vuelva a confiar en sus magistrados, en la noble misión que
tienen de juzgar a las personas.
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