Por: Henry
Cama Godoy - Fiscal Superior Penal
Si nos preguntamos: ¿Qué fuera de la humanidad si no
existiera la mujer? Pues no tendríamos el Derecho a la Vida.
Hoy 8 de marzo como cada año, se conmemora el Día
Internacional de la Mujer,
que surgió tras los movimientos de mujeres activistas a principios del siglo
XX; es una fecha que celebran las mujeres de todos los continentes, separadas
por fronteras nacionales y diferencias étnicas, lingüísticas, culturales,
sociales, económicas y políticas, se unen para celebrar su día, es una
tradición de no menos de noventa años de lucha en pro de la igualdad, la
justicia, la paz y el desarrollo; es un reconocimiento de la mujer como elemento
importante de la sociedad y pilar de la familia, cuyos derechos y funciones son
tan iguales que los del hombre.
El Día Internacional de la Mujer, tiene un sangriento
origen: El incendio de la fábrica textil de Triangle Shirtwaist, ocurrido el 25
de marzo de 1911, que acabó con la vida de 146 mujeres que trabajaban en aquel
lugar y no pudieron evitar el fuego porque las salidas estaban bloqueadas para
evitar robos, fue tal la desesperación de las trabajadoras que algunas saltaban
de las ventanas del edificio de 10 pisos, siendo 53 mujeres las que murieron de
esta forma; tal hecho afectó a la opinión pública e inició un debate sobre
seguridad en los centros de labores y sobre los derechos de las mujeres
trabajadoras del mundo y después de muchos años de lucha, por acuerdo de la
asamblea general la ONU
se declaró el 8 de marzo de 1977, como el Día Internacional por los Derechos de
la Mujer y la Paz Internacional,
con la finalidad de recordar los esfuerzos de quienes bregaron para alcanzar la
igualdad, la justicia, la paz y el desarrollo.
El Día Internacional de la Mujer se refiere a las
mujeres como artífices de la historia y sus raíces se funden en la lucha de la
mujer por participar en la sociedad en pie de igualdad con el hombre.
El Día Internacional de la Mujer ha adquirido una nueva
dimensión mundial para las mujeres de los países desarrollados y en desarrollo;
el creciente movimiento internacional de la mujer, reforzado por las Naciones
Unidas mediante cuatro conferencias mundiales sobre la mujer, ha contribuido a
que la conmemoración sea un punto de convergencia de las actividades
coordinadas en favor de los derechos de la mujer y su participación en la vida
política y económica. El Día Internacional de la Mujer es cada vez más una ocasión
para reflexionar sobre los avances conseguidos, exigir cambios y celebrar los
actos de valor y decisión de mujeres comunes que han desempeñado una función
extraordinaria en la historia de los derechos de la mujer. Han pasado las
décadas y con satisfacción observamos sus conquistas y, especialmente, su
exitosa inserción en los distintos quehaceres de la actividad humana; su
progreso abre un campo de nuevas realizaciones y competencias no sólo en el
mundo profesional; tal como dijera la ex primera ministra británica Margaret
Thatcher: “En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve
superior a él”.
A lo largo de la historia existen damas de meritoria
fama artística, pedagógica, política y social, merecedoras de nuestra
evocación; a continuación un recuento del legado de varias mujeres peruanas, o
cuyo co-razón fue peruano, que nos dieron o nos dan sus fuerzas y talentos para
el bien de nuestra Nación, la lista es más larga pero confío en que las
seleccionadas sean representativas.
En el siglo XIX el Perú tuvo dos rebeldes autodidactas,
pioneras del periodismo, las letras e infatigables críticas de los absolutismos
conservadores: Clorinda Matto de Turner y Mercedes Cabello de Carbonera; es así
que la escritora María Emma Mannarelli refiere: “…Cada una enfrentó a los
poderes serviles y tutelares; la servidumbre y el caudillismo militar, ambas
mujeres terminaron sus vidas de una manera que habla mucho de lo que estaba
ocurriéndoles: Matto en el exilio y Cabello en el manicomio”.
Otros ámbitos han contado con la contribución de
destacadas exponentes femeninas que dejaron huella. Por ejemplo: Juana Larco de
Dammert, promotora de la campaña “gota de leche”, ahora conocida como vaso de
leche, inició a principios del siglo XX lo que actualmente se denominan
guarderías infantiles y clubes de madres, fue una mujer solidaria y valiente;
Magda Portal, poeta reconocida por la intelectualidad peruana, el escritor José
Carlos Mariátegui calificó sus versos como una voz poética y renovadora, fue fundadora
del Partido Aprista Peruano, impetuosa, ilustrada y vanguardista en un período
en donde su rol era marginal; Isabel “Chabuca” Granda y Larco, cantautora y
folclorista que ofreció una infinidad de valses criollos y autora de “La flor
de la canela”; la matemática alemana María Reiche, célebre investigadora de las
enigmáticas líneas de Nazca, su perseverancia y entrega para examinar los
dibujos de las pampas sureñas la hicieron ganarse la admiración nacional,
recibió tardíos honores y escaso apoyo en sus labores.
No olvidemos tampoco aquellas mujeres que permanecen en
el anonimato y que día a día luchan y trabajan incansablemente por sus
familias, aquellas que viven en opresión y esclavitud, en extrema pobreza, en
ignorancia absoluta.
La mujer en el Perú, hoy en día es víctima de violencia
física y psicológica; trabajemos juntos para cambiar esas realidades
denunciando el maltrato y educando a las mujeres y a las nuevas generaciones
contra el machismo.
La mujer tiene derecho, en condiciones de igualdad, al
goce y a la protección de todos los derechos humanos y libertades fundamentales
reconocidos por los instrumentos regionales e internacionales de derechos
humanos. Asimismo, las mujeres tienen derecho a vivir en un sistema social en
el que no existan relaciones de poder basadas en el género, a una vida libre de
violencia -en el ámbito público y privado-, a vivir sin discriminación alguna,
a ser valoradas y educadas sin estereotipos de conductas y prácticas sociales y
culturales basadas en conceptos de inferioridad y subordinación entre los
sexos, a contribuir en el desarrollo y el bienestar de la sociedad y a
participar en igualdad de condiciones que el hombre en las esferas política,
económica, social, cultural o de cualquier otra índole.
Además de estos derechos vinculados a la igualdad y no
discriminación, por su condición de mujer tiene derechos específicos
relacionados, en particular, con su sexualidad, la reproducción y la protección
de la maternidad.
Y no olvide que la mujer más importante a quién
agasajar en este día y por quién se debe luchar los otros 364 días del año es Usted:
Sí, Usted mujer, que es madre, hija, hermana, ama de casa, estudiante, obrera,
madre soltera, trabajadora del hogar, profesora, abogada, contadora, ingeniera,
doctora, periodista; usted mujer trabajadora, que se levanta cada día llena de
ilusiones, de sueños, de alegría y esperanzas, usted que muchas veces tiene que
ser el pilar de su hogar, la voz que alienta, el apoyo comprensivo y bondadoso;
pero a la vez la energía que no se agota, la fortaleza que no cesa, el
entusiasmo que no decae; a Usted mujer, siempre emprendedora, animosa,
orgullosa, hábil, guapa, valiente, luchadora, a Ustedes mujeres peruanas, y a
todas aquellas madres corajes que saben sacar a sus hijos adelante a pesar de
las adversidades “Feliz Día
Internacional de la Mujer”.