Ayer viernes, casi
entrada la noche (6:40 p.m.), familiares y población de Chincha, luego de
tributarles un sentido homenaje póstumo, dieron el último adiós al policía
chinchano, Moisés Pauyac Rojas.
Tras la salida el
féretro de la casa mortuoria de Pasaje Donayre N° 360 en Chincha Alta, los
compañeros de armas del finado, acompañados de una banda musical, los
condujeron en hombros hasta las instalaciones de la Comisaría Sectorial de
Chincha.
En las instalaciones de
esta sede policial, tomó la palabra de despedida el alférez PNP Roosevel
Rodríguez Humpire, quien con visibles muestras de pesar, manifestó: Pauyac
Rojas Moisés, la Policía Nacional del Perú, en esta tu casa, la División
Policial Chincha, te acoge en tus últimas horas en presencia de tus seres
queridos y fa-miliares, dejando en alto tu cariño por la institución y el desempeño
diario de tu labor como miembro de la Policía Nacional del Perú.
Con ese duro trajinar de
tu profesión, nos has dejado un grato recuerdo así como una sabia experiencia
para los que continuamos en ese camino.
De aquí te pedimos que
como hermano mayor, que el día a día que tuviste como función, sea emulado por
muchos de nosotros, ya que muchas veces el trabajo que desempeñamos es una
salida sin retorno.
Muchos nos critican.
Muchos nos juzgan, sin saber a los que estamos expuestos. Ese es el precio que
debemos de pagar por vestir el uniforme que con orgullo, hasta el último día lo
usastes con dignidad, valor y sacrificio.
Dios te tenga en la
gloria, superior Policía Nacional del Perú ¡Pauyac Rojas Moisés!, concluyó el
anotado oficial.
Luego de este emotivo
ho-menaje, el cortejo fúnebre, acompañado siempre de la multitud doliente, continuó
su marcha hacia el Cementerio General de Chincha.
Allí momentos antes de
pro-ceder a darle cristiana sepultura a Pauyac Rojas, el teniente PNP Erick
Castilla Lévano destacó igualmente la trayectoria y limpia foja de servicio de
su colega fallecido en acto de servicio. Sus palabras, aunque breves, fue
también muy sentídas y bastante comprendidas por los presentes.
Y, como acto final, el
primo del occiso, Samuel Pauyac, usó también de la palabra, expresando: “Quiero
ser breve en agradecer a sus compañeros de la Policía Nacional del Perú, por
estar presente en todo momento acompañándonos desde su última morada, hasta
este lugar donde todos algún día tenemos que llegar.
Agradecemos, del mismo modo,
a todas sus amistades que los quisieron mucho y lo siguen queriendo. Espero
pues que no se olviden del suboficial superior Moisés Pauyac Rojas.
Pido darle
-conjuntamente con sus colegas y el mío propio que perteneció también a la
gloriosa institución de la guardia Civil del Perú, hoy PNP, tres hurras para
Moisés Pauyac que nos deja hoy día, pero tras de sí, nos dio un ejemplo de
sacrificio, de lealtad, este valeroso miembro policial que ostentaba más de 30
años de servicio a la institución.
Solamente me resta
pedirle pues tres hurras para Moisés Pauyac: “hip, hip… rra, hip, hip… rra...”
(los restos del efectivo
fue sepultado en el pabellón ecológico del citado cementerio).