Nacido en las cálidas
tierras de Ica, un 10 de agosto de 1,933, Don Adolfo Donayre Jiménez,
transcurrió su niñez en un humilde hogar
de gente morena muy decente y aficionados al deporte, los mismos que supieron
forjar en él, una personalidad muy especial. Elegante moreno de sonrisa dulce,
de trato delicado y respetuoso, incursionó desde muy joven en el más popular de
los deportes, el Fútbol. Sus hermanos Leoncio y Homero pasearon también sus nombre por los equipos capitali
nos de marcada
trayectoria en esos tiempos como lo fueron el Mariscal Sucre y el Centro
Iqueño. Su hermana Adriana destacó en el deporte de la Net, habiendo integrado
la Selección Peruana.
En 1,952, Adolfo ya
defendía los colores del Sport Bolognesi de Ica pero, su calidad y caballerosidad
indiscutible, lo catapultó pronto a Lima y en 1954 se enroló en el entonces Sporting
Tabaco que más tarde se convertiría en el Sporting Cristal y lograría su primer
campeonato en 1,956. En 1,957 se enrolaría al club Centro Iqueño que dirigía el
recordado Técnico Roberto Scarone y, ese mismo año logró el campeonato con su
nuevo equipo y que, dicho sea de paso, fue el único año que campeonó el equipo
Iqueño. Más adelante pasa al Alianza Lima, a reemplazar al mejor back centro
que ha tenido el Perú, el también iqueño Guillermo Delgado, conocido como “El
León del José Díaz”, y abuelo de Erik Delgado destacado guardavallas en la actualidad.
Con Alianza campeonó en los años 1,963 y 1,964.
La elegancia de su juego
y su fino trato con el balón, lo hizo merecedor de elogiosos títulos por parte
de encumbrados ídolos del futbol mundial como Pelé, Adolfo Pedernera y Alfredo
Di Stéfano quienes lo consideraron como: “El Caballero del Deporte”, “El Mariscal
del Área”, “El Señor del Área” y que,
con toda justicia decían que: Adolfo Donayre, pedía permiso para quitarles la
pelota a sus rivales.
Amoroso de su natal,
regresó a su Ica, para pasarla al lado de los suyos y prestó su servicio en el Gobierno Regional que presidía Vicente
Tello. Dado que su caballerosidad y fineza no sólo las supo demostrar en el
campo de juego sino en el accionar de su vida, pronto se ganó el aprecio y el
respeto de sus compañeros de trabajo con quienes, en algunas tardes departió en
las llamadas pichanguitas futbolísticas, dejando muchas veces en vergüenza a
jóvenes que se enfrentaban a su equipo. Vino el cambio de Presidente Regional
y, frente al asombro y disconformidad de los trabajadores, no se le renovó su
Contrato quedando prácticamente desamparado. Víctima de una dolencia cardiovascular
que afrontaba desde hace tiempo, dejó de existir el 27 de marzo del 2,011 y
acompañado por una multitud de de amigos
fue llevado a nuestro cementerio donde reposan sus restos.
La Municipalidad de
Ica, como un Homenaje Póstumo a este Ilustre “Caballero del Deporte” ha denominado a la loza deportiva de San
Joaquín con el nombre de “ADOLFO DONAYRE JIMÉNEZ” y yo, como amigo y compañero
de trabajo en el GORE Ica, le rindo este sentido Homenaje porque, Iqueño
Ilustre no sólo es el que destaca en los campos del estudio y el trabajo sino
también quienes se constituyen en ejemplos de conducta para las futuras
generaciones y Adolfo es el ejemplo que debemos de seguir.
José Castro Silva
joethelwoldo@hotmail.com