Desde hace varios meses dos buzones de
gran dimensión permanecen en la vía pública de Chincha Alta, como un serio
peligro que puede causar la muerte a algún transeúnte.
Uno de ellos a la vista del público se
encuentra en la esquina de la avenida Alfonso Ugarte, pasando el Camal de
Chincha, para ingresar al distrito de Pueblo Nuevo. Se encuentra en la losa de
concreto que cubre parte de la acequia Ñoco, -cerca de un grifo-, por donde
discurre el agua de avenida.
Este forado ya cobró su primera
víctima mortal el año pasado. Fue el guardián del camal, Pedro Cristóbal
Hurtado Alonso (67), quien cayó el viernes 2 de febrero del 2012 y su cuerpo se
atascó con la basura que hay dentro de
esa acequia siendo hallado el día miércoles 8 de febrero de ese mismo año, a
las 5.00 de la tarde en estado de putrefacción.
Lamentable muerte por la
irresponsabilidad de quienes tienen a cargo la supervisión y control del curso
de agua de regadío que discurre por esta acequia Ñoco.
Todos saben que el distrito de Pueblo
Nuevo está de fiesta y millares de personas pasan a ese distrito especialmente
a la serenata a participar de estas actividades y pueden caminar distraídos y
caer a este pozo de la muerte, porque no tiene siquiera una señal que advierta
el peligro; sería necesario que se coloquen piedras, fogatas o luminarias si es
que no hay dinero para construirle una tapa; es necesario cuidar la vida de los
transeúntes. Puede existir la posibilidad también que un transeúnte sea
asaltado, golpeado y la delincuencia lo arroje a este forado, y que este crimen
pase como un simple caída.
Otro buzón abierto es el que se
encuentra en la losa de la canalización de la Avenida Massaro en Chincha Alta,
que está cerca de la esquina de la calle Grau.
Ojalá que el Ministerio Público, alguna autoridad edil o de Defensa Civil se preocupe por
proteger la vida de la población.