Raúl Sotelo Lévano
Que tragedia es para el
hombre dirigir este dulce piropo a su pareja como paso previo a una noche
romántica, y comprobar, aterrado como ella, rompiendo todos los esquemas, se ha
colocado esos horribles ruleros en la cabeza y cubrirse el rostro con una espesa
crema amarilla dejando al descubierto unos ojos delineados con un tinte
verdoso. Y todavía tiene el descaro de preguntar “¿cómo me ves mi amor?”
Si nuestras furibundas miradas dispararan
dardos venenosos, ella sabría la respuesta de inmediato. Pero nos contenemos
pensando en los niños que quedarían huérfanos de su madre.
¿Qué hacer ante la presencia
de esta figura repelente como salida de una película de terror? Pues coger la
almohada e irnos a la sala y echarnos en el sillón, mil veces mucho mejor que
dormir al lado de esa cosa escapada de una tormentosa pesadilla.
Al día siguiente la
señora reclamará airada “es que no me tienes paciencia”, ¿paciencia?, por
favor. En el mundo no existe ningún héroe suicida que duerma con una sonrisa de
complacencia al lado de una maniquí pintarrajeada, y, todavía vestida con una
larga bata negra con botones y cierre como medida de seguridad, según ella.
“Ponte linda bombón”, es
un pedido cargado de intensa galantería que se le hace a una mujer antes de
salir a un compromiso social, o, a pasear tomados de las manos por ese largo y
polvoriento callejón, que según algunos ingenuos es el futuro boulevar, o, a
cenar en un lugar de categoría alumbrados por dos velas escuchando a Frank
Sinatra, o simplemente, engullir panes con torrejas de pescado al pie de una
carretilla.
Ella se esmerará
coquetamente en lucir todos sus encantos. Se soltará su espléndida cabellera
rizada, un toque de rímel en los labios, aretes del mismo color de sus zapatos
violeta, y un impactante vestido rojo rubí. Es decir, un verdadero monumento de
mujer, un apetitoso bombón, casi igual a la dama de la foto de abajo.
¿Oye, esta momia que te
besa no es la de la bata con botones y cierre?
“Si, y debo confesarte
que estamos comprometidos. Me tiene loco.”
“¿Loco? Estás recontra loco.
Discúlpame te iba a insultar con algo fuerte, pero solo te diré que eres un
BOMBONAZO”.
Otrosí digo: Francisco
Távara Córdova es el actual presidente del Jurado Nacional de Elecciones. Es el
mismo personaje que junto con Jorge Solis Espinoza, en ese entonces Vocales
Supremos, aceptaron sin pensarlo dos veces, la generosa invitación que les hizo
la Universidad Privada Alas Peruanas, que tenía 139 procesos judiciales en su
haber, para viajar a Francia con todos los gastos pagados y con sus respectivas
esposas. El objetivo era participar en el homenaje al poeta nacional César
Vallejo.
Pero, ¿por qué se invitó
a dos miembros del Poder Judicial y no a dos figuras prominentes de las letras
y poesía peruana que sí tenían amplio conocimiento de la vida y obras del autor
de los Heraldos Negros?
La respuesta la dio
César Hildebrant en su leída columna
“Pobre Vallejo, qué
tendrá que ver él con estos sinvergüenzas. Este par de buscones van a París a
hablar de quien no saben y citar a quien no deberían ni rozar.”
Es que se trataba de un
viaje gratis a Europa y no a Bolivia, y la tentación de aprovechar tan
magnífica ocasión para hacer turismo no la desaprovecharon estos magistrados,
que de poetas no tenían nada. Perdieron la noción de la decencia y la dignidad.
Esta vida es difícil de
entender. Como premio Távara hoy está al frente de una entidad estatal que
controlará y juzgará las Elecciones Generales en este sorprendente y raro país.
Otrosí digo: El regidor
César Callao Cubillas, es un verdade-ro Llanero Solitario, que esgrimiendo sus
dos pistolas ha denunciado ante los medios periodísticos las irregularidades
que se habrían cometido
al interior del Municipio chinchano, exhibiendo documentos que respaldarían sus
afirmaciones.
Callao, se ha convertido
en un verdadero callo doloroso en los pies de sus colegas regidores, que se
sienten incómodos porque la población se pregunta asombrada “por qué guardan
absoluto silencio y se callan en todos los idiomas ante tales evidencias.”
Se sabe que el denunciante
ha sido emplazado por los demás concejales y todos a una le han advertido “Callao,
por qué no te callas de una vez por todas y dejas de jorobar.”