PARÉNTESIS
Hace, algunos
pocos días, recibí la visita de Marcos A. Sotelo Babilonia, autor de tres
libros: Aventuras en el Hua-llaga – Paraíso, Silvana (basado en sus
experiencias como padre de su hija menor que fallece por negligencia médica y
relata allí el inmenso amor de esta joven para con sus semejantes), Paréntesis
y listos para ver la luz: Aventuras en el Huallaga - Uchiza y Aventuras en el
Hua-llaga – Aucayacu.
Leer Parentesis,
significa vol-ver atrás en el pasado, volver a recordar y vivir cada una de las
experiencias que como jóvenes, como adolescentes, nos tocó vi-vir, desde
aquellos que por esas razones de la vida pasamos por las pequeñas aulas de la
escuela Moderna, bajo la deliciosa e im borrable presencia de la peda-goga Sra.
Moreno de Sotelo, a pasar por las aulas del Pardito y luego por el Pardo, Alma
Mater de Chincha, crisol de muchí-simos profesionales de éxito en todas las
ramas de profesiones existentes. Pero, es-to no queda allí, sino que le trae al
lector las viejas calles y comercios de la ciudad, los personajes que pa-saron
frente a nuestros ojos y memoria, las jóvenes estudian-tes que en algún momento
gra-baron sus nombres en nuestros
corazones; todas
las experien-cias dentro del colegio, los re-latos de nuestros mayores, las
practicas de levantamientos de pesas que se hicieron en la Ca-sa La Rosa, bajo
la atenta mi-rada de don Manuel La Rosa; el disfrutar de la famosa Fortaleza de
Kuboyama, que consistía en un contundente plato de talla-rines rojos, con salda
criolla, acompañados de platano frito, pan frito, huevo frito y un bis-teck,
las incontables noches y horas escuchando boleros, o tal vez irse a la Playita
por los Dos puentes propiedad del Chino Crisóstomo, los desfiles, las ma tinees
o Vermouts en los ci-nes Municipales (desaparecido), Chincha (antes lux) con
sus días miércoles Especiales solo para Damas, y el Cine Inca, las peleas
escolares; es decir leer este libro es recordar y volver a vivir, agregándoles
a cada ama-ble lector sus propios vivencias y que es posible que les va a
deleitar pues se transportarán a los lejanos años mozos y si es un joven quien
lo lea estoy se-guro que le sobraran preguntas, y aprenderán a valorar su
pa-sado para poder respetar su futuro. Se los recomiendo.
24.10.12
Santiago E.
Perona
Miguel de Priego
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